miércoles, 10 de noviembre de 2010

LAS IMAGENES


Interlocutor: ¿cómo es posible que no seamos nosotros, sino una idea de nosotros? A mi me cuesta entender ese concepto de que somos imágenes..

MT: si lo investigamos, tal vez descubramos que eso que tu llamas “concepto”…no lo es, sino que es un hecho evidente.

I: para mi el hecho soy yo, con todo lo que eso implica. Y mi forma de ser, es la que me permite relacionarme con mis circunstancias.

MT: y esa relación, ¿cómo es? Es decir, ¿es total o depende de una serie de condiciones? ¿Cuándo me relaciono con alguien- sea esposa, marido, amigo, etc.- qué cualidad tiene ese vínculo?...¿es completo? O ¿está condicionado bajo una serie de requisitos muy frágiles y superficiales?

I: entiendo que en toda relación hay reglas, códigos, y que cuando se transgrede alguna de esas pautas, surge la fricción, el conflicto.

MT: Desde un punto de vista formal, no hay dudas que hay reglas y pautas. Horarios de trabajo, cumplir con responsabilidades adquiridas. No me refiero a eso, sino a la idea que uno tiene de cómo debería ser una relación…

En esta idealización es donde están las imágenes. Y son las ellas las que erigen reglas de convivencia de acuerdo a su propia medida.

Yo sostengo que esos pactos en las relaciones no son por el otro o para mejorar el vínculo, sino que se hace para evitar ser heridos. Es puro egoísmo.

I: yo no quiero que me hieran ni quiero herir..

MT: La imagen es la herida. Por lo tanto hay tensión cada vez.

I: pero sigo sin poder ver claro. ¿Por qué dices que soy una imagen?

MT: ¿cuándo tu mismo o alguien te llama por tu nombre, surge todo lo que tu eres, verdad? … tus recuerdos, experiencias, los registros de cada acto en tu vida, lo que sabes y conoces de ti, todo eso te ha formado y ha constituido a tu yo. A ese que eres…o sea que Tu YO es tu pasado.

I: entiendo a medias, porque cuando dices “tu Yo” siento que no hablas de mi, es como si describieras una entidad separada de mi.

¡¡Y YO soy todo yo!! No sé si me explico…siento que yo soy todo…

MT: pues claro que el YO se siente total, que él no es un fragmento, sino que es completo…

I: ahora si que estoy perdido…

MT: ¿Recuerdas nuestra charla de la polaridad y la sombra?

I: ah ya veo desde donde tenemos que empezar a investigar…

MT: pues si, tomemos eso como punto de partida…Y recuerdo que vimos que la dificultad comienza en el momento que nos identificamos con un modelo moral: “está bien ser trabajador, está mal ser vago”, “es noble decir la verdad, es innoble mentir”, “sacar buenas notas en el cole pone felices a mis padres, los insuficientes hacen que no me quieran”…y así podemos seguir hasta mañana.

Me identifico con lo que “esta bien” y la cara antagónica o sea la incorrecta o mala, la oculto dentro mío.

Tanto la parte buena, como su parte opuesta, son imágenes.

I: pero ¿por qué sostienes que Yo no soy lo total?

MT: Las imágenes son reacciones, y a la vez son contradictorias. Cuando dices “yo soy esto”, “yo soy lo otro”, te refieres a la totalidad de ti. La totalidad de ti es trabajadora, española, o lo que fuere. Entonces la imagen se transforma en una entidad con mucha importancia, ya que alega ser el yo completo, y surge la contradicción, cuando aparece otra imagen alegando ser lo total . Vivimos de reacción en reacción.

Esa cosa contradictoria y reactiva en su esencia, es lo que llamamos Yo.

I: es verdad, por ejemplo, yo me siento una persona totalmente trabajadora. Desde joven lo he hecho y no me asusta poner el hombro al trabajo. Los demás también me ven así. Pero cuando siento que me invade la pereza o que no quiero hacer nada de nada, aparece un enojo muy intimo. No me permito “perder el tiempo”…

MT: dos imágenes que se contradicen, eso es el conflicto.

I: ¡¡¡pero ese soy yo, no puedo ser de otra manera!!!

MT: despacio, ¿por qué deberías ser de otra manera?, lo que estamos haciendo es intentar conocer por qué vivimos en constante dolor y contradicción…saber de uno…Es importante comprender esto. Investigar sin buscar respuestas, ni llegar a resultados.

I: ahora si que la has complicado. ¿Para que quiero saber algo si no me va a dar respuestas o ayudar a cambiar? Siempre que hago algo es porque busco…

MT: ¡seguridad! Las imágenes deben sentirse seguras. Por eso primero idealizan un resultado y luego buscan los caminos para poder llegar a eso que ellas mismas necesitan para continuar.

Si invertimos esa ecuación, y simplemente investigamos sin la intención de llegar a ninguna conclusión, podremos llegar a ver mucho más allá de la pequeña área que construyen las imágenes.

I: o sea, saber por saber. El conocer algo por el conocimiento mismo. Sin pretender nada más .

MT: eso es, y allí está la clave de la creación de las imágenes. Ese conocimiento hace que ellas se sientan totales y completas. La imagen se identifica con el conocimiento.

I: ¿con cualquier conocimiento?

MT: todo lo que conoces, de manera formal, si se desborda al campo psicólogico, crea una imagen. “Yo soy español”, “yo soy trabajador”, “yo soy sacerdote”…son conocimientos con los que me identifico.

Por lo tanto, vemos que mientras mire todo lo que me rodea, de forma polar, o sea, elija un solo aspecto y me identifique con él. Mientras esconda en mi sombra lo que no quiero que nadie vea o sepa de mi. En la medida que considere que una parte mía hace mi totalidad, es un hecho que esa vida ha de ser una permanente contradicción, en donde la confusión y el dolor, deberán ser eludidos y resistidos, con los miles de evasiones que otras imágenes como Yo, han creado.

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