Se suele confundir a la responsabilidad con el deber.
Más allá de lo semántico, considero que entre ambas hay sustanciales y profundas diferencias en su significado.
El deber esta intimamente relacionado a lo que es obligatorio, y por lo tanto posee un intenso vínculo con la culpa. Es decir, que el deber es la "rostro noble" de todas las acciones que realizo para enaltecer una imagen propia.
Con el "deber cumplido" como patriota, creyente, esposo/a, pariente, militante, fan, etc...el YO siente la pertenencia de grupo, se identifica con esa tribu, cimienta sus imágenes y así la arrogancia y la vanidad, se convierten en moneda corriente en el individuo...además la violencia es imprescindible para la defensa de todo concepto.
El deber tiene su expresión en la línea temporal, su sustancia encuentra expresión en la memoria y en la imagen futura.
Si el proceso mecánico toca a su fin, una nueva cualidad surge de manera natural, y la relación con todas las cosas muta sin esfuerzo.
Vivir con responsabilidad, es carecer de acciones que buscan premios, reconocimientos, o cualquier tipo de palmas en la espalda.
La responsabilidad es acción limpia, que no busca ni pide nada para si.
El deber antepone siempre el resultado, es decir, la propia recompensa.
ilustracion Pío César Robla
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