miércoles, 28 de abril de 2010

la búsqueda de seguridad, la autoridad


Interlocutor: ¿te has enterado de los abusos a estudiantes en esa escuela de Karate... Es un horror, verdad?
MT: si que lo es. Allí vemos una vez más las consecuencias de la búsqueda de seguridad.
I: no comprendo la relación.....
MT: Veamos esto despacio. Existe la teoría de que Dios, alguna divinidad, desciende sobre nosotros y nos ayuda a ser mejores, mas nobles, buenos, etc. Es muy simple y cómodo creer en esas teorías, y hay un sentimiento de que estamos seguros en ese aspecto: algo o alguien esta cuidando de mi y del mundo. Entonces aceptamos muy fácilmente el camino mas placentero y conveniente. Es muy cómodo vivir en esa rutina. El pensamiento es rutina y hábito...entonces aparece la autoridad de algún sistema religioso o místico que dicta las reglas, con las cuales si las sigues y no te desvías, encontrarás esa seguridad (sea Dios, el nirvana, la iluminación, etc.)
I: Y la escuela de Karate....?
MT: la escuela de karate es igual a lo que estamos hablando, es una disciplina en donde su maestro es una especie de vaca sagrada, en donde todos obedecen, y dejan de discernir...lo que la autoridad dice se cumple...Cuando nos ajustamos a una patrón religioso, psicológico o a cualquiera que hemos establecido para estar seguros, siempre hay una contradicción entre lo que soy y ese patrón. Si el conflicto que este choque entre lo que es y lo que debería ser, es muy profundo, se pasa a otro patrón mas conveniente.
I: eso es un nudo. Porque se nos educa para seguir ese esquema de autoridad.
MT: así es, se nos educa para seguir patrones, basados en ideales, conclusiones, creencias, normas, etc...
I: pero si no seguimos esas normas, !!todo sería un caos¡¡
MT: por el contrario, por seguir esas normas, es que todo es caótico. Esos patrones se encargan de dividir, confrontar, denostar, etc. Mi dios es mejor que el tuyo, mi ideología es la correcta y la tuya un dislate, mi club de fútbol es mejor que el otro....me identifico con esas ideas y excluyo al resto. Esa identificación hace que sienta que yo pertenezco, que no estoy sólo. Me siento seguro y protegido y por lo tanto aislado.
I: veo lo que dices y tiene mucha lógica...
MT: entonces ¿cómo voy a investigar este problema? Se necesita tremenda energía para encarar esta cuestión. Y esa energía se disipa principalmente en el conflicto de "lo que soy" y "lo que debería ser". El deber ser es un mero escape, es un recurso para no enfrentarme a lo que me pasa ahora. Si podemos ver la falsedad del escape, de la resistencia o de la represión, entonces esa energía que se ha perdido se concentra en tu presente y te permite observar.
Tomemos por ejemplo, que uno es envidioso, la envidia surge de la comparación, de la medida que hago arbitrariamente sobre un hecho cualquiera, y el pensamiento, que ha sido educado para escapar, lo hace de esta cosa llamada envidia. Ahora, si veo la falsedad de esa huida, todo se detiene y recupero tremenda energía para observar esta envidia.
No aplico la formula de los opuesto: "siento envidia, eso esta mal, por lo tanto la oculto y me esfuerzo en ser generoso y comprensivo". En el mismo momento que dices "yo soy envidioso" aparece un sentimiento que debo apartarlo, esconderlo, condenarlo.
Pero si descubro que la palabra envidia y su influencia no son lo que a mi me sucede realmente, recupero toda la energía y el sentimiento se disuelve.
I: no te comprendo...
MT: Es la palabra la que ha creado el sentimiento, es ella la que dicta el sentimiento, porque sin la palabra envidia, ¿existe ese sentimiento? Si no existe la palabra, o sea no hay movimiento en el pensar con sus identificaciones, escapes, etc. si no hay palabra que califique, ¿Hay envidia entonces?
I: ya veo y la búsqueda de seguridad tiene el mismo esquema...?
MT: claro, comprender los mecanismos de escape que hemos creado, investigarlos profundamente, sin emitir juicios, ni calificativos (esos son dos de las vías de escape más habituales), sino simplemente quedarte con lo que eres, producirá que una energía maravillosa-que es tuya y te pertenece- vuelva a ti, la recuperes y consigas licuar toda manifestación ilusoria de seguridad psicológica-emocional. Te transformas y descubres que eres tu la única autoridad en tu vida...Y ese es un irrepetible e intransferible acto de libertad interior.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Si no existe la palabra, o sea no hay movimiento en el pensar con sus identificaciones, escapes, etc. si no hay palabra que califique, y la palabra es amor,amistad, respeto, etc ¿Hay amor,amistad,respeto, etc entonces?
    la mera existencia de los significados creo que no determina por si sólo el uso de los mismos. Es la propia condicon de cad uno, nuestra propia diferencia identitaria lo que da significado a las cosas buenas o malas. La envidia esta presente enel envidioso, no en el que conoce la envidia.

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