domingo, 30 de mayo de 2010

EL CUERPO, EL EGO, EL SER


Lo único tenemos es el cuerpo. Lo demás... pasa, desaparece.
El cuerpo siempre está. Hasta que también se va...se esfuma...igual que toda la materia.
Y sin embargo, uno de los ejercicios que acostumbramos a realizar con él, es el maltrato. Poca atención y mucha distracción, es lo que se le brinda a nuestro propio ser hecho materia.
Lo degradamos y lo postergamos de todas las maneras que se te ocurra..A veces de manera conciente, otras no...es igual, total, el vehículo de alguna manera siempre responde...
Interlocutor: por que dices "ser hecho materia", cuando otras veces te he oído decir que el "cuerpo es pensamiento hecho materia", cuál es la diferencia, si es que la hay?
MT: cuando somos pequeños, la inocencia ES ese mismo cuerpo. El portador de ese vehículo y el vehículo aun están en comunión, hay unidad. El ser y el cuerpo son en si mismo uno.
A medida que crecemos los separamos y al hacerlo, comienza la posesión del YO sobre su vehículo.
Cada una de las experiencias aleja más y más el uno del otro, entonces el ego se apropia del cuerpo. Lo posee. Sencillamente hace con el vehículo lo único que sabe hacer: dividirlo, fragmentarlo, tensionarlo, maltratarlo, postergarlo....todo de manera engañosa, maquillado por el nivel de deseos que tenga el ego en esos momentos. Por ejemplo las modas estéticas, las drogas sociales, las dietas, las cirugías. También las modas de los gurús, Las compulsiones deportivas y gimnásticas....lo sencillo y natural es ahora profunda tensión artificial.
El cuerpo y el ego se convierten en dos entidades desconocidas entre si, que se necesitan para continuar. La tensión, el estrés, es moneda corriente en el vínculo.
I: ¿estas diciendo que que hay algo más que el ego, y que de alguna forma ha sido relegado, u olvidado?
MT: Estamos investigando. En realidad, lo único que conozco ahora es mi actividad egocéntrica.
Y me doy cuenta que todo mi cuerpo responde de manera indiscutible a la manera de ser mía.
Es decir, como YO EGO soy una entidad fragmentada en miles de conceptos, creencias, conclusiones....el cuerpo será su análogo. O sea, el Yo considera el fragmento como el todo, y con el cuerpo hace lo mismo.
I: no comprendo, ve más despacio...
MT: ¿Puede el Yo (que es pura división), ver su propio cuerpo, como una entidad completa, vinculada a todo lo que Es? ¿Puede el fragmento egocéntrico, captar lo maravilloso y la belleza de la unidad, de lo que es completo?
Evidente que no. Por lo que la relación que tendremos con el cuerpo físico, siempre será un conflicto.
Sencillamente porque el ego necesita del conflicto para existir, y el cuerpo no es ajeno a este proceso.
I: ¿Por eso las enfermedades equilibran?
MT: nuestra sombra se ocupa del hermoso equilibrio que sostiene toda la vida
I: ¿pero hay algo más que el ego dentro del cuerpo?
MT: es más importante saber que por ahora sólo conozco mi confusión, mi dolor, mis creencias....pero si descubro que esas divisiones pueden terminar, que de verdad se puede existir sin emitir un solo juicio de valor. Si conquisto la quietud de la mente al dejar de identificarme con mi propio pensamiento...Algo exquisito sucede.
El silencio, el vacío.
El tiempo se detiene en la mente....y el cuerpo recibe una revolución de amor.
Vuelve el real portador de ese cuerpo.
¡Tu vuelves a Ser!

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