lunes, 17 de mayo de 2010

respuesta al comentario anónimo del 17 de mayo del 2010


Al entender el mecanismo de la polaridad, entonces podemos determinar, de acuerdo a ello, que el polo antagónico de la vida, es la muerte.
Habíamos dicho además, que la polaridad en realidad no existe. Es mi conciencia la que divide todas sus experiencias en "opuestos". Es decir que vida-muerte son dos polos que conforman unidad. Una no es sin la otra. entonces, ¿hay división entre vida y muerte? ¿por qué consideramos a la muerte como algo distinto a la vida?
Estoy YO con mi memoria, mis conocimientos, mis posesiones, y todos los "MIS" que cada una de las identificaciones conforman. Todo ello hace que vivir sea un proceso de continuidad de mi memoria, de mis recuerdos, de cada una de mis experiencias....a eso le llamamos vida. Y al final, en oposición, esta la muerte, que pone fin a todo eso.
Habiendo creado el opuesto a la vida, que es la muerte, y nos da "miedo real"-como tu dices- comenzamos a buscar alguna relación entre la vida y la muerte, llenando ese vacío con alguna explicación, con alguna creencia de continuidad en el otro barrio, sea el paraíso cristiano, o la reencarnación. Es decir, tratamos de establecer una relación entre lo conocido y lo desconocido. Entre el pasado y el futuro...para así calmar las ansias del temor, nos identificamos con esa idea, y narcotizados...esperamos, rezando o cantando mantras, que así sea, tal como nos han señalado los sacerdotes o gurús de moda. ¡Me siento seguro!
Pero, ¿puede haber alguna relación entre mis ideas (que son el pasado) y algo que el pensamiento no puede concebir?
Sólo soy mi memoria y mis recuerdo, a eso le llamamos "mi vida" y cuando ella llega a su término surge el temor a lo desconocido. Queremos entonces atraer lo desconocido al campo de lo conocido y todo el esfuerzo es para darme continuidad a mi, a lo conocido. O sea, no nos interesa conocer la vida (que incluye a la muerte) sólo queremos saber como continuar. No tener nunca un fin.
Como ya he dicho antes, en otras entradas, sólo se tiene miedo a lo que conocemos. Lo que conozco en este caso es que algo se termina, con sus recuerdos, memorias, pasiones, conclusiones, sufrimientos, deseos, comparaciones, creencias. El ego, que es lo conocido, llega a su fin.
Sólo podrá haber renovación, si lo viejo acaba.
Sólo terminando, (muriendo lo viejo, lo usado, el pasado que soy yo), lo nuevo puede ser conocido.
La pregunta nueva es ¿podemos morir en vida?, ¿es posible terminar con todas y cada una de las creencias y deseos que llenan mi cerebro?, ¿puedo acabar con mis identificaciones psicológicas?, ¿Puedo morir diariamente, para que mañana haya renovación?.
La pregunta quema.
Porque esa renovación inmediata permite que el miedo a lo desconocido desaparezca radicalmente.

2 comentarios:

  1. Hola Marcelo, muchas gracias por tu contestación. Estoy de acuerdo contigo en que la polaridad aumenta el miedo a la muerte, pero como tu bien dices "queremos saber como continuar, no tener nunca fin". Tenemos miedo a no ser. Con tu razonamiento de la polaridad puedo evitar mucho sufrimiento pero no evito el miedo a la muerte, a desaparecer. Luego está, que todavía no hemos hablado, el miedo al dolor, el miedo a la muerte de un hijo por ejemplo.

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  2. Miedo al dolor, miedo a la muerte de un hijo, miedo a desaparecer, .........Porque permitir EL PESAR PREMATURO, si todavia no ha llegado?

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